martes, 18 de octubre de 2016

ARTICULO DE LA REVISTA SEDIBACH 51. LOS CUATRO ELEMENTOS Y LAS FLORES DE BACH

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Societat per a l'Estudi i la Difusió de la Teràpia del Dr. Bach de Catalunya
Los doce signos zodiacales se consideran de acuerdo a tres categorías: su polaridad, modalidad o ritmo y el elemento al cual pertenecen. Estas categorías vienen siendo consideradas desde antaño, aunque a menudo se les da una importancia inferior de la que en realidad tienen, y en especial a los elementos.
Según el conocimiento astrológico se consideran cuatro elementos: el fuego, la tierra, el aire y el agua. La naturaleza de cada uno de los doce signos se verá condicionada por el elemento del que forman parte. Esto significa que una persona nacida bajo la influencia de un signo determinado, va a manifestar parte de sus características de acuerdo al elemento del signo al que pertenece y, al mismo tiempo, sus digamos defectos también estarán determinados por la carencia de los tres elementos restantes.
En una Carta Astral vienen representados los doce signos zodiacales, lo que significa que, en realidad, no somos solo nuestro signo de nacimiento o solar, sino que nuestra esencia se ve condicionada, en parte, por los doce signos. Podríamos decir que cada uno de ellos representa una parte de nuestra naturaleza, lo que quiere decir que para ser seres completos deberíamos ser capaces de mostrar las doce características o tendencias correspondientes a cada uno de los doce arquetipos zodiacales, aunque esto sea una tarea difícil que nos puede llevar toda la vida.
En el momento de nacer, de acuerdo a la fecha, hora y lugar de nacimiento, nuestro primer contacto con la vida se ve impregnado de la energía de la imagen celeste correspondiente. Es en esta impregnación energética donde se establece lo que po
dríamos llamar nuestro proyecto de vida, representado de forma gráfica por la Carta Astral.
En la Carta vienen representados los doce signos zodiacales y en cada uno de ellos, el planeta que en ese instante estuviese situado ahí. Podríamos decir que cada planeta situado en un signo determinado supone una activación en cuanto al elemento del que forma parte. Esto significa que, de acuerdo a la distribución planetaria de ese momento celeste, podemos llegar a tener más activaciones de un o más elementos determinados y, por tanto, menos de otros.
El resultado de todo ello es que, según la distribución planetaria del momento de nacer, podemos manifestar equilibrio o desequilibrio en cuanto a cada uno de los cuatro elementos. Esta circunstancia no solo nos condiciona en
Los cuatro elementos astrológicos y las Flores del Dr. E. Bach
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Josep Guarch astroleg@hotmail.com
En el caso que estamos comentando, puede suceder que dicha persona con carencia del elemento agua no sienta la necesidad de beber, porque nunca tiene sed; pero lo más paradójico va a ser que la mayor parte de sus patologías tienen que ver con la falta de hidratación. Por si esto fuera poco, además nos cuenta que si se fuerza a beber agua, la consecuencia inmediata es tener que ir corriendo al baño; o bien que padece mayor acumulación de líquidos cuanta más agua bebe; o que el agua le engorda; o que tiene una hernia de hiato y si bebe agua, la vomita…
Pero eso no es todo. Padecer una carencia de agua significa no ser capaz de gestionar correctamente nuestras emociones y sentimientos. Pensemos en una persona que la visión de un acto trágico la deja fría y no le gene
cuanto a nuestras características y tendencias personales sino que, además, puede llegar a manifestarse y, así se constata en clínica, en cuanto a nuestros estados físicos y/o patológicos.
En la consideración en cuanto al exceso o carencia de un elemento, toma mayor importancia la carencia. Posiblemente por el hecho de que en un exceso el individuo ya toma conciencia de ello y reacciona activamente para compensarlo o equilibrarlo. No obstante, esto no resulta tan sencillo en el caso de una carencia.
Cuando un determinado elemento se encuentra en carencia, ello significa, de acuerdo a lo mencionado, que dicha persona nació en un momento en el que pocos o ningún planeta estaban situados en los signos integrantes de este elemento. La consecuencia de esta carencia supone manifestar los defectos relacionados con dicho elemento en todos los planos de nuestra vida: físico, mental, emocional y espiritual. Si consideramos un ejemplo lo vamos a entender mejor:
Imaginemos una persona nacida en un momento en el que ningún planeta se encontraba situado en signos de agua; esto supone vivir con una carencia de agua. Cuando se da una carencia como ésta, es como si nuestro ser hubiese nacido sin el libro de instrucciones de dicho elemento; lo que significa que no siente que sea necesario, y  si se lo ofrecemos no sabe qué hacer con él, e incluso puede que lo rechace directamente.
ra ningún tipo de reacción, ni siquiera muestras de compasión. En cambio, en una situación sin importancia, arranca a llorar desesperadamente y se ve desbordada por sus emociones.
Estas situaciones podemos plantearlas ante cualquiera de los cuatro elementos cuando están en carencia. Pensemos en la tierra, una persona, a la que aún teniendo dinero le cortan la luz porque se olvida de pagar las facturas. Además, tiene una tendencia a persistir demasiado en situaciones caducadas o inútiles y, en cambio, no atiende aquéllas que pueden ofrecerle una mejor calidad de vida.
Estos desequilibrios nos hacen pensar rápidamente en flores:
La falta o carencia de fuego, puede suponer una falta de impulso
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Los cuatro elementos astrológicos y las Flores del Dr. E. Bach / Josep Guarch
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e incluso de energía vital, lo que nos refiere a flores tipo CENTAURY, WILD ROSE, HORNBEAM, CLEMATIS.
La falta de tierra supone no ser capaz de “tener los pies en el suelo”, falta de persistencia, de instinto práctico, de materialización. Por ello pensamos en flores como CLEMATIS, GENTIAN, CERATO, CHESTNUT BUD.
La carencia de aire a menudo nos da dificultades para manejar nuestra capacidad de comunicación. Nos podemos encontrar tanto con una persona que se aísla y no se comunica, como aquella que no sabe como parar de hablar. Esto nos refiere a flores como MIMULUS, CRAB APPLE, AGRIMONY; pero también podemos ver estados HEATHER.
En el caso del agua, esto nos dará dificultades para expresar o controlar nuestros sentimientos y emociones; además de rigidez, frialdad o todo lo contrario, desbordado emocionalmente. Todo ello nos hace pensar en WATER VIOLET, VINE, BEECH, CHERRY PLUM, SCLERANTHUS.
De todas formas, nos podemos encontrar que la persona afectada de una o más carencias de elementos no se equilibre del todo con las flores ya mencionadas, lo cual nos lleva a los ayudantes.
El Dr. Edward BACH escribió un cuento dedicado a los primeros cuatro ayudantes: “Un cuento del Zodíaco”. En dicho escrito, BACH
menciona cada uno de los cuatro ayudantes de manera que nos sugiera claramente su relación con los cuatro elementos. BACH se refiere a la “flamígera aulaga” (Fuego); “La perseverancia del roble” (Tierra); “La voluntariedad de servicio del brezo, feliz de cubrir… azotados por el viento” (Aire); “y los puros manantiales que surgen de las rocas” (Agua).
Esto significa que, en caso de que se manifieste algún tipo de desequilibrio con relación a uno de los cuatro elementos y con las flores que nos sugiere el elemento no percibamos un cambio, existe la posibilidad de recurrir al ayudante correspondiente.
Por ejemplo, imaginemos una persona con falta de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) a la que le hemos estado dando CLEMATIS además de otras flores que consideramos oportunas, y no pode
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mo tiempo es alérgica al Sol, el elemento que mejor podría equilibrar dicha carencia.
También cabe resaltar el hecho de que, además de tratar a la persona a nivel floral para modificar los estados inarmónicos, puede que sea preciso realizar aportaciones materiales de ese elemento. La forma de darlo para evitar rechazos, es apoyar la nutrición con las flores ya comentadas, y además, aportar el elemento en cuestión muy poco a poco, aumentando lenta y progresivamente la dosis. No podemos pretender que una persona con carencia de agua nos beba un litro y medio en un día; puede que sea necesario empezar gota a gota hasta que asimile el agua diaria necesaria.
Como hemos visto, el desequilibrio de elementos resulta mucho más importante de lo que a simple vista uno podría pensar. Atenderlo correctamente es facilitar o incluso acelerar el proceso de curación a nivel holístico. Además, nos ayuda a comprender qué nos pasa y porqué motivo; puede incluso que se trate de algún tipo de aprendizaje kármico, por lo que flores con CHESTNUT BUD y PINE nos serán de gran ayuda.

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