jueves, 26 de mayo de 2016

ARTICULO JORDI CAÑELLAS





Signatura Vegetal, Esencias Florales y Reconexión con la Naturaleza
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ARTICULOSArtículos sobre Signatura en las flores de Bach, publicados en el boletín de SEDIBAC

Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 36 (2004)

 

La Signatura en las Flores de Bach



Jordi Cañellas Puiggròs (Botánico, Naturópata y Terapeuta Floral)


Para tratar de dilucidar la signatura de las flores de Bach, es decir, el significado profundo y simbólico que subyace en las formas y los colores de estas plantas, debemos fijarnos en la planta entera y no solamente en las flores, pues estas, aunque muy importantes, son la expresión de creatividad de todo un ser, de toda una especie que comparte los mismos dones. Hay que tener en cuenta también el lugar en el que crecen, pues también ello nos habla de sus preferencias y de sus limitaciones. Es interesante leer lo que la botánica científica y medicinal tiene que decir, así como la botánica popular y la oculta, de la que Paracelso es quizás el más conocido exponente. Todo nos habla si estamos lo bastante atentos y usamos la simbología y la analogía para interpretar.
Hay que aclarar que después del inmenso trabajo del Dr. Bach, es muy fácil hablar de la signatura y los efectos de las esencias puesto que recorremos un camino inverso, ya se conocen los mismos. Interpretar la signatura de la planta y a partir de ella exclusivamente acertar con las propiedades de la esencia sí sería auténticamente meritorio. En esto reside la grandeza de Bach, o una de sus grandezas. Con estos artículos, tratando de interpretar las características que definen a un vegetal podemos conocer más profundamente el alma de estos seres, que inmóviles no dejan de regalarnos su conocimiento para movernos nosotros con ellos, por ellos y también, sería lo ideal, para ellos. Mi profundo agradecimiento a estos seres y a sus Deva, que les son consustanciales y que nos brindan tan luminosas posibilidades de evolución.

Agrimony (Agrimonia eupatoria)
Si observáramos entera esta pequeña planta, nos daríamos cuenta que su parte aérea (hojas, tallos y espigas florales) es mucho menor que el sistema de raíces, que es largo, complejo y se hunde profundamente en el suelo.
 
Así la parte aérea  con sus flores amarillo intenso se contrapone a una parte de mayor proporción que se adentra en la oscuridad de la tierra húmeda. Lo vistoso, aéreo (podríamos decir lo consciente) esconde lo oscuro, subterráneo (subconsciente). Hay que decir que la humedad de la tierra en la que crece Agrimony es también símbolo de lo inconsciente, lo emocional. Una máscara de alegría esconde una angustia enraizada muy adentro. 

A pesar que en la botánica clásica se la describe como a una planta anual, lo cierto es que la parte aérea si es anual, pero la raíz, o mejor dicho el rizoma pervive año tras año y va extendiéndose, y es de el de donde brotan las nuevas hojas cada primavera.

En la botánica oculta, Paracelso comenta que las hojas de AGR puestas sobre la cabeza de una persona dormida, privan de su despertar. Las hojas forman parte de lo subterráneo e inconsciente y por lo tanto impiden el “despertar” (el darse cuenta). Podríamos decir que las hojas de AGR tejen la máscara (en la cabeza) que sus propias flores ayudaran a quitar. 
También la característica de vellosidad de esta planta nos habla de un componente “animal” o instintivo que una vez más se encuentra escondido; en este caso en el reverso de las hojas (parte que no vemos de inmediato), mientras el anverso (lo que se muestra) se presenta totalmente desprovisto de pelo. El tallo, que cada primavera emerge del intrincado rizoma no puede ocultar esta pasionalidad y es densamente pubescente.

La flores, amarillas y de cinco pétalos, que tienen los estambres erectos redimen la planta pues miran hacia arriba, compensando el poder de lo subterráneo, pero el fruto, que contiene las semillas, observamos que se curva hacia abajo, mirando a la tierra, para iniciar el nuevo ciclo que volverá a comenzar en lo subterráneo. La flor, amarillo expansión es la única parte de la planta que se expresa hacia fuera, irradiando y es su esencia la que nos permite mirar hacia fuera pero desde dentro, abrirnos y expandirnos hacia los demás. 

Los frutos (como vemos en la fotografía) tienen unos filamentos endurecidos y curvados que les permiten adherirse al pelo de los animales o a nuestras vestimentas, para así poder dispersar sus semillas más eficazmente. Necesitan del reino animal para ampliar su distribución. Como las personas en estado AGR, que necesitan a otras para mostrar y perpetuar su ilusión de “todo va bien”. No les gusta la soledad, pues la soledad o la falta de actividad y los silencios permiten el afloramiento de contenidos inconscientes.

Color, Geometría y Geocromoterapia


El color amarillo (como la flor) tonifica las ondas mentales y los circuitos cerebrales (reduce la ansiedad) y estimula la digestión (para aquello que “no podemos tragar” de nosotros mismos). También estimula la comprensión intelectual (entender que es lo que pasa por dentro).
Los cinco pétalos constituyen, uniendo sus extremos, una figura pentagonal, veamos que simboliza esta geometría. El pentágono es la integración de Yang (representado por las flores) y Yin (por las raíces). Potencia el crecimiento del ser, su sabiduría y diligencia. Es expansivo. Confiere poder de captar y movilizar las potencias o fuerzas ocultas.
Si leemos la utilidad del arquetipo del pentágono amarillo en Geocromoteràpia resalta entre muchas otras utilidades la de “da luz sobre la causa real de cualquier anomalía. Posibilita la localización del conflicto psicosomático en cualquier enfermedad”.
La esencia permite aceptar la parte oscura de la Vida (integración Yin-Yang). En la flor se resumen la expansión, la apertura, la irradiación, la comunicación y al mismo tiempo la aceptación de la parte oscura de uno mismo (raíces). Recordamos que “el loto florece en el barro”. “La paz que sobrepasa todo entendimiento” (Nora Weeks) llega del hecho de aceptar la oscuridad inherente a la dualidad, de aceptarnos como somos y de perder el miedo a que los otros nos conozcan con nuestras inseguridades. “Quien nada esconde, nada teme” (Blöme).
La forma de la flor, nada tubular (al contrario, por ejemplo, de Gentian), es plana y con estambres y pistilos que se proyectan hacia fuera. Esta proyectividad indica expansión, ayuda para sacar a la superficie. Entra en resonancia con la luz del alma para que esta ilumine la oscuridad. Esta expansividad denotaría que se trata de una flor de rápidos efectos, hecho confirmado en la terapéutica. Pero el tiempo de actuación de la esencia dependerá del síntoma, en problemas físicos o emocionales más puntuales el tiempo será menor, mientras que en problemas más crónicos, físicos, mentales o emocionales la esencia necesitará más tiempo para empezar a actuar. En esto no creo que se distinga de las demás.


Simbolismo del uso medicinal


Ayudado por los vademécum de fitoterapia observamos las principales utilidades medicinales de AGR, a las que podemos atribuir un simbolismo que también nos habla de la esencia de esta esencia:

            + diurética: ayuda a eliminar más orina (que es el líquido de deshecho y puede simbolizarse como contenidos subconscientes). Se alivia la presión de estos contenidos al permitir su evacuación.
            + astringente: frena la diarrea. Podríamos decir que seca el exceso de humedad (subconsciente) o la lleva a salir por la vejiga (orina). 
            + antiséptica: especialmente de faringe y amígdalas. Clarifica la voz. Ayuda en la comunicación y la expresión. En conjuntivitis, permite la visión correcta.
            + calma el prurito: aplicada externamente. Comprobado sobradamente a partir del Patrón Transpersonal (Tortura).
            + hipoglucemiante: reduce el nivel de azúcar. Efecto que se produce antes de la floración (domina la fase oscura). Reduce la alegría artificial (azúcar). Al aparecer las flores (alegría = azúcar) deja de tener efectos hipoglucemiantes.
            + colagoga y coleretica: ayuda a digerir los alimentos (las experiencias). 
            + cicatrizante: cierra heridas. Para curar y cicatrizar antes hay que limpiar, sacar afuera lo corrompido de la herida, el pus. 
            + acción fotosensibilizante: te hace más sensible a la luz (¿del alma?)


Bibliografía

            
+ Bach, E. 1999. Bach por Bach. Obras completas. Ed Continente
+ Berdonces, J.L.   Gran enciclopedia de las Plantas Medicinales. Ed. Tikal.
+ Font i Quer, P. 1990. Plantas Medicinales. El Dioscorides renovado. Ed. Labor
+ Orozco, R. 1996. Flores de Bach. Manual para terapeutas avanzados. Ed. Indigo.
+ Paracelso, 1999. Botánica oculta. Ed. Edicomunicación s.a.
+ Povo, M. 1998. El valor de lo invisible. Mtm.
+ Povo, M. 2001. Fundamentos de geocromoteràpia. Mtm.
+ Scheffer, M & Storl, W.D. 1993. Flores que curan el alma. Ed. Urano.                  
+Vanaclocha, B. Et al. 1998. Vademécum de Prescripción. Plantas Medicinales. Masson s.a.
+ Varios. Flora dels Païssos Catalans. Vol. 1. Ed. Barcino

Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 37 (2004)


La Signatura en las flores de Bach...

 

                                                                                              por Jordi Cañellas Puiggròs

Clematis (Clematis vitalba)


c
Observando la planta entera enseguida nos damos cuenta de dos fases diferenciadas en su crecimiento. Desde su nacimiento crece y crece con fuerza hacia todas direcciones, creando estolones, es decir, en cada cierta porción de tallo en contacto con la tierra, se desarrollan nuevas raíces y esta característica dificulta su erradicación en los campos de cultivo o huertos en los que haya penetrado la especie. Pero cuando en su camino de crecimiento encuentra algún obstáculo, bien sea una pared, un árbol o una roca, trepa buscando la luz, escapando de la gravedad. Y aún después de trepar varios metros (puede llegar a los 20 m de altura), sigue creciendo, descolgándose, para que aquello que tanto ha subido pueda volver a bajar. La analogía no puede ser más clara, su signatura nos rebela la polaridad: 1) la necesidad de ascenso, de luz, de trascendencia de lo presente, de lo material, del elemento tierra, como anhelando el aire (símbolo de la mente), “sin toma de tierra” y 2) la necesidad de enraizamiento, que se observa en sus estolones y en las viejas plantas de Clematis, que cuelgan de los árboles, como queriendo volver al suelo. Hay que añadir que la mayoría de las flores se encuentran en esta segunda parte de la planta, hecho que define la esencia floral y su capacidad: el enraizamiento.
Estas dos fases de crecimiento rebelan el sentido de su don: la capacidad de despertar a los adormecidos en demasía y ayudarlos a enraizar. Permitir aterrizar a los que vuelan en exceso y no encuentran un interés en el presente. Tanto para los que se proyectan demasiado en el futuro, como los que se evaden durmiendo para no tocar la realidad material.  
Las semillas, que son núculas que disponen de una arista plumosa vuelven a empezar el ciclo y señalan la necesidad de CLE de volar antes de encontrarse de nuevo con la tierra. El aire es su forma de transporte y dispersión. La mayoría de las semillas emplumadas pasan el invierno en la planta y es con los fuertes vientos de primavera que se sueltan y esparcen.



 
Color y Geometría

Las flores blancas por el anverso y más verdosas por el reverso, carecen de pétalos y sépalos y son tépalos lo que observamos. Cuatro tépalos que configuran una geometría cuadrada, que ya nos habla de conexión a la tierra, nutrición, reposo, materialización, estabilización, características que la esencia favorece. El color blanco, en exceso puede llevar a la abstracción, la indiferencia y a la despolarización de la energía necesaria para los procesos de la vida en la dualidad del mundo. El color blanco más puro esta presente en la pluma de las semillas y no en las flores, que adquieren tintes verdosos. Esta  posible despolarización que indica el blanco prístino no se encuentra en la flor y por tanto  permite a través de su esencia repolarizar, reconectar.

La presencia de pelos en ambos lados de los tépalos señala un cierto componente emocional, más onírico y nocturno que pasional al ser estos de color blanco. Toda la planta transmite la sensación de ser etérea más que terrestre y a ello también contribuye el suave aroma de sus flores. Manifiesta fortaleza para el ascenso pues trepa sin zarcillos, solo por la fuerza los pecíolos de sus hojas, que se curvan entorno los soportes que encuentra. En su ascenso helicoidal entorno a los troncos de los árboles, toma el camino de la izquierda. Es pues levógira en su rotación, cosa que ya indica, una vez más, expresión de desmaterialización, de sutilización.

La flor tiene una simetría radial y evaginación, es decir, se proyecta hacia fuera y los estambres y pistilos erectos se extienden en dispersión radial. Esta característica reforzada aun más por la posición revoluta de los tépalos (hacia atrás) indicaría irradiación y fuerza y al mismo tiempo una rapidez de actuación de dicha esencia. Recordemos que CLE forma parte del Rescue Remedy.

Su tronco, cuando hablamos ya de ejemplares viejos, tiene en su interior una médula como de corcho blando y cortadas las ramas entre los nudos permiten el paso del aire, motivo por el cual en algunos pueblos se fumaba en ausencia de tabaco. Este corcho permite a la planta crecer verticalmente a gran altura sin tener que soportar un peso excesivo. Hasta en el interior de sus ramas podemos apreciar el elemento aire. Podemos hacer una analogía con los huesos huecos de las aves que permiten reducir peso sin afectar su resistencia.

Simbolismo del uso medicinal


El uso medicinal de Clematis tiene en cuenta solamente sus hojas y ramas y no se conocen utilidades al respecto de sus flores.
Uso externo: 
  • analgésica de neuralgias y inflamaciones osteoarticulares,  disminución de la percepción del dolor por desconexión.  
  • Rubefaciente: el jugo de las hojas es vesicante y ulcerante y por tanto activa la circulación local, lo que contribuye a la analgesia antes comentada (método de derivación muy conocido en terapia humoral, aunque no con esta planta). Esta destrucción de tejido epitelial indicaría otra desconexión a nivel celular.
Uso interno: desaconsejado ya que puede producir diarrea, náuseas, lesión renal e incluso la muerte por parálisis respiratoria (La desconexión definitiva del cuerpo!).


Bibliografía
            
+ Bach, E. 1999. Bach por Bach. Obras completas. Ed Continente
+ Berdonces, J.L.   Gran enciclopedia de las Plantas Medicinales. Ed. Tikal.
+ Font i Quer, P. 1990. Plantas Medicinales. El Dioscórides renovado. Ed. Labor
+ Orozco, R. 2003. Flores de Bach. Manual de aplicaciones locales. Ed. Indigo.
 + Povo, M. 1998. El valor de lo invisible. Mtm.
+ Scheffer, M & Storl, W.D. 1993. Flores que curan el alma. Ed. Urano.                  
+Vanaclocha, B. Et al. 1998. Vademécum de Prescripción. Plantas Medicinales. Masson s.a.
+ Varios. Flora dels Païssos Catalans. Vol. 1. Ed. Barcino


Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 38 (2004)

 

La Signatura en las flores de Bach...

 

                                                                                              por Jordi Cañellas 

Holly (Ilex aquifolium)


Al contemplar ejemplares adultos de una cierta longevidad, podemos apreciar rasgos interesantes: HOL es un árbol de estructura piramidal (que ya denota su gran energía), en el que sus ramas inferiores se suelen extender hacia el suelo, arrastrándose y creando un perímetro alrededor del árbol en el que no puede crecer ninguna otra planta. También nos daremos cuenta que las hojas inferiores tienen espinas en su margen (alternamente dirigidas hacia arriba y hacia abajo) como protección contra los herbívoros (abajo en la fotografía) y que en las superiores (arriba en la fotografía) a menudo desaparecen. Es un árbol de hoja perenne, que resiste muy bien el frío, que tiene flores tetrámeras (4 pétalos) y que estas, masculinas y femeninas están en árboles distintos (especie dioica). En los acebos femeninos, después de la polinización se forman las conocidas bayas rojas, que son tóxicas para nosotros (producen vómitos y diarrea). 

 Este árbol suele crecer en umbríos, en bosques de una cierta altitud y por tanto con más humedad. No crece nunca a pleno sol. 
Su parte vegetativa nos habla de una necesidad de protección y defensa, de una cierta irascibilidad, manifestada por sus hojas de duras espinas, que se clavan al pasar a su lado o intentar penetrar su estructura. No gusta de vecinos y crea ese perímetro defensivo que sirve tanto para alejar a los herbívoros como para otras especies vegetales. La ira como defensa para mantener alejados a los que se acerquen. La parte alta del árbol, en la que ya no llegan los herbívoros muestra esas hojas sin espinas que denotan de nuevo la amabilidad de la especie. Sus bayas rojas, que maduran en invierno son tóxicas y amargas y nos hablan de una fuerte emocionalidad (agresividad, ira, odio), temperamento muy “sanguíneo”; son tóxicas como tóxicas son las emociones negativas antes comentadas y son amargas como “la bilis”; recordemos que ira y amargor (que aparece por mantener la ira largo tiempo) están relacionadas con el hígado y la vesícula biliar.

 

Color y Geometría


Las flores de cuatro pétalos son de color blanco y suave aroma y a menudo tienden sus pétalos hacia atrás. Los estambres, en nombre de cuatro también salen erectos y son bastante largos en relación al diámetro floral. 
Indicación de una rápida actuación de la esencia, hecho confirmado en la terapéutica. En este sentido recordemos que HOL está clasificada según Bach como un catalizador para personalidades activas. El color blanco de la flor enfría el fuego que expresa el resto de la planta (espinas y bayas rojas). La geometría sería el cuadrado, que simboliza la estabilidad y el equilibrio (emocional). El color blanco simboliza la paz, la purificación, el silencio y el Todo (Amor),  dones todos ellos que trae consigo la esencia de HOL. Como decía Bach: “HOL nos protege de todo lo que no es Amor Universal”. El color verde tan intenso de sus hojas y el simbolismo del 4 (en sépalos, pétalos y estambres) nos hace pensar en una actuación básicamente sobre el cuarto chacra (que por otra parte también se le puede simbolizar por el color verde o por el color rosa, que sería el resultado de mezclar ira (rojo) con paz (blanco)).
Podríamos decir que HOL negativo es un estado de acumulación energética en los tres primeros chacras (que al no poder subir por bloqueo en el cuarto chacra estalla para liberar el exceso de presión), esta acumulación de energía se lee en el fruto globular de un rojo intenso al madurar, que además se expresa en pleno invierno, época de máxima oscuridad. HOL haría ascender la energía acumulada en los primeros chacras hacia el cuarto chacra,  desbloqueado gracias a la acción de esta esencia.

Simbolismo del uso medicinal


El acebo ha sido usado tradicionalmente en infusión de hojas como

  • Diaforético: estimula la sudoración, lo cual permite al cuerpo refrigerarse y por eso es un eficaz antipirético (baja la fiebre). Baja el calor interno (hay que tener en cuenta que cuando nos enojamos nuestra temperatura corporal sube, o al menos tenemos esa sensación y se enrojece nuestra cara).
  • Diurético: incrementa la eliminación de orina (líquido acumulado que puede contribuir a tener una presión interna mas alta. Recordemos que el líquido es el símbolo de lo emocional e inconsciente y si es orina quiere decir que lleva el desecho. Ayudaría por tanto a eliminar contenidos que de no ser drenados, llegarían a ser tóxicos).
  • Tónico de las vías respiratorias: para un mejor funcionamiento del aparato respiratorio que es el símbolo de la energía que entra (Chi o Prana) y de cómo se usa. Cuando nos enfadamos o nos entristecemos se congestiona el área de influencia del cuarto chacra (corazón y pulmones), que es sobre el que actúa HOL principalmente.
La goma que se puede obtener de la corteza si se ingiere accidentalmente puede llegar a producir obstrucciones del tracto digestivo.
El fruto en cambio es un drástico purgante que puede llegar a producir gastroenteritis mortales, especialmente en niños.

 Bibliografía
            
+ Bach, E. 1999. Bach por Bach. Obras completas. Ed Continente
+ Berdonces, J.L.   Gran enciclopedia de las Plantas Medicinales. Ed. Tikal.
 + Orozco, R. 1996. Flores de Bach. Manual para terapeutas avanzados. Ed. Indigo.
 + Povo, M. 1998. El valor de lo invisible. Mtm.
 + Scheffer, M & Storl, W.D. 1993. Flores que curan el alma. Ed. Urano.                 
+Vanaclocha, B. Et al. 1998. Vademécum de Prescripción. Plantas Medicinales. Masson s.a.
+ Varios. Flora dels Països Catalans. Vol. 2. Ed. Barcino.



Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 41 (2005)


La Signatura en las flores de Bach ....

                                                                                  por Jordi Cañellas Puiggros

Wild Rose (Rosa canina)


Al contemplar el rosal silvestre, podríamos tener dos sensaciones contradictorias: una si vemos solo la planta sin flor, sobretodo al final del verano cuando sus largas ramas cuelgan lánguidas, arrastrándose en parte por el suelo, y este aspecto empeora con el invierno y la caída de la hoja, quedando solo ramas grises y espinas;  y la otra,  cuando está en plena floración, que transmite una energía y una alegría fuera de lo común, fácilmente perceptible. Otra vez la dualidad  expresada en la planta y en la flor como dos polos complementarios, de ahí el gran equilibrio que transmiten los miembros de este reino de la naturaleza.
A nivel vegetativo lo que más destaca de WRO son los largos tallos repletos de espinas curvadas hacia abajo, que le sirven de protección contra los herbívoros, aunque no deja de ser curioso que su sistema de defensa se incline hacia abajo en lugar de ser perpendicular al tallo. En otras especies vegetales y hasta de rosas pueden ser rectas, como impidiendo un acercamiento, mientras que WRO parece no tener ni fuerza para defenderse. ¿Acaso estas espinas más que protección indican sumisión?. Tallos que se arrastran y espinas que se curvan mirando a la tierra dan la sensación de dificultad para ascender, de mucha atracción por la gravedad. También hay que recordar que su sistema radicular es muy profundo. El rosal silvestre tiene además la virtud de ser una planta extremadamente resistente, aguanta todo tipo de condiciones ambientales: frío, calor, sequía, humedad, suelos pobres y hasta el fuego, que resiste gracias a sus hondas raíces y a su capacidad de rebrote (muy parecido a la zarza en este sentido). También las personas en estado WRO aguantan todo sin quejarse, como presos de un destino cruel al que se resignan. No mueren, aguantan todo y no reaccionan.

Las flores, en cambio, miran hacia arriba, abiertas completamente con sus cinco pétalos rosados o blancos en forma de corazón y sus múltiples estambres rellenos de polen, que se esparcen al cielo. La simetría radial de la flor, el hecho de ser plana y de proyectar los estambres hacia arriba señalarían una rápida actuación de esta esencia para dar ánimo y energía.

El fruto es rojo cuando está maduro y es la parte comestible y medicinal de esta planta. Su color indicaría energía, que es lo que los escaramujos llevan, lo que a los WRO les falta, pero no indicarían ira (como sí indicaban las bayas rojas del acebo), pues nada llevan de toxicidad. 




Geometría, Color y Geocromoterápia


Los cinco pétalos constituyen, uniendo sus extremos, una figura pentagonal. El pentágono es la integración de Yang (representado por las flores) y Yin (por las raíces, los tallos y las espinas). Potencia el crecimiento del ser, su sabiduría y diligencia. Es el polígono de la adaptabilidad, la versatilidad y la actividad. Es expansivo y nos eleva la vibración. Confiere poder de captar y movilizar las potencias o fuerzas ocultas.
Que en el caso de WRO, es la capacidad para movilizar la energía interior y romper la inercia y la pasividad.
Su color rosado representa la comprensión absoluta, la protección, la seguridad. El color rosa es un gran alimento energético y espiritual.
El color blanco, aunque raramente se encuentran de un blanco puro,  simboliza la paz, la purificación, el silencio y el Todo (Amor). Aspectos que pueden aparecer en el estado WRO positivo.

En Geocromoterapia sería el pentágono rosa el filtro equivalente. Este arquetipo de forma y color potencia de manera notable el sistema inmunológico y activa el eje central de energía. También se utiliza para protegernos de las agresiones energéticas procedentes de las intenciones humanas. Quizás por este motivo WRO ha sido usado tradicionalmente para protegerse contra todo mal. Quizás también por ese motivo WRO es tan útil en el tratamiento de depresiones especialmente resistentes a la terapia floral, porqué puede que este factor externo (energías que no provienen de uno mismo) sea el motivo que subyace detrás de algunos de estos casos difíciles que “parecen resignados sin una razón aparente”  (Bach).

Simbolismo del uso medicinal


  • Tónico: gracias al fruto que contiene grandes cantidades de vitamina C y también más pequeñas de Vit. B1, B2, K y P (rutina). Se usa en la convalecencia de episodios febriles, durante el embarazo y la lactancia en estados de anemia discreta y en niños con falta de apetito. Revitalizante,  como la esencia de la flor. 
  • Astringente: seca a nivel digestivo, el exceso de humedad (contenidos inconscientes que podrían ocultar una autoagresión). Frena la diarrea. 
  • Hipoglucemiante: reduce el nivel de azúcar. Reduce la alegría artificial (azúcar), que se busca por la falta de alegría interior o de estímulos, o por la falta de energía física (ya que el azúcar es un sistema de adquirir energía rápidamente).  

Bibliografía

            
+ Bach, E. 1999. Bach por Bach. Obras completas. Ed Continente.
+ Barnard, J & M. 1999. Las plantas sanadoras de Edward Bach. Julian Barnard. 
+ Berdonces, J.L.   Gran enciclopedia de las Plantas Medicinales. Ed. Tikal.
+ Orozco, R. 1996. Flores de Bach. Manual para terapeutas avanzados. Ed. Indigo.
+ Povo, M. 1998. El valor de lo invisible. Mtm.
+ Povo, M. 2001. Fundamentos de Geocromoterapia. Mtm.
+ Scheffer, M & Storl, W.D. 1993. Flores  
+ Varios. Flora dels Païssos Catalans. Vol. 2. Ed. Barcino.

Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 42 (2006)

 

La Signatura en las Flores de Bach

 

por Jordi Cañellas

 

 

ASPEN (Populus tremula)

 

Visitando en invierno allá donde crecen los Aspen (ASP) en seguida nos percatamos de la blancura de sus troncos y ramas, blancura que se tiñe de verde al iniciarse la primavera con la eclosión de las flores, femeninas y masculinas separadas en árboles distintos.

 

Son árboles altos, pero no robustos, de crecimiento rápido, corteza delgada y madera blanda. Buscan el aire pues todo en ellos tiende a ascender. De hecho tienen facilidad para sacar renuevos de sus raíces lo que muestra su vitalidad y ansiedad para dejar el suelo. En la parte baja del tronco fácilmente se observan unas fisuras 

 

 

longitudinales que nos hacen pensar en las fisuras en las personalidades ASP, fisuras del aura, que permiten la entrada de energías que provocan miedo y aprensión, sobretodo al tratarse ASP de personalidades poco consistentes (madera blanda y corteza delgada).

 

Las hojas, que salen después de las flores son su principal signatura. Su gran capacidad para temblar bajo la influencia de la menor de las brisas se debe a una particular singularidad de la especie y es que el pecíolo que sostiene la hoja es perpendicular a la misma lo que favorece estos movimientos etéreos.

 

Las flores se encuentran agrupadas en amentos colgantes y según nuestra forma de entender este tipo de inflorescencias diríamos que proyectan la energía hacia la tierra, quizás para compensar el exceso del elemento aire que muestra el resto del vegetal.

 

Los frutos de nuevo son dominados por el elemento aire al tener una pelusa blanca que se adhiere a las semillas y les permite su vuelo y dispersión gracias al viento 

 

El color blanco en una corteza (de tendencia al gris y a los marrones de forma habitual) podría indicar una tendencia a la desconexión, a un exceso de fusión con el Todo sin unas barreras adecuadas. El gris y el gris-verdoso de los amentos señalan reconexión con la Tierra, hecho acentuado por el rojo de las anteras de los estambres (masculino) y de los estigmas del pistilo (femenino). Coinciden ambos sexos en teñir de rojo sus grises flores. El rojo activa, es emblema del elemento Tierra, confiere fuerza primaria y combinado con el amarillo del polen, que aparece al madurar las flores, multiplica el valor (para afrontar los miedos). El número 4 aparece en la flor y son la cantidad de estigmas que tiene el pistilo (flores femeninas). El 4 simboliza la tierra, la manifestación y está en concordancia con el mensaje de los colores.

 

Aparecen más pelos en las plantas jóvenes, en sus hojas, indicando una tendencia de gran receptividad y sensibilidad y se repiten en las flores (pero grises en lugar de blancos) y los frutos, donde vuelven a ser blancos. El color condiciona el sentido de la sensibilidad que simbolizan los pelos. A más blancos más etéreos, con mayor desconexión de la Tierra, pero ya grises (el blanco se mezcló con el negro que simboliza el interior de la Tierra), indican una mayor reconexión con la Gran Madre.

 

En su relación con los 4 elementos domina el aire, a mi parecer, por la tendencia al crecimiento rápido; por los frutos con pelos para ser llevados por el viento y por el movimiento de temblor que sus hojas realizan a la menor brisa. Según Katz y Kaminski en ASP domina un exceso de astralidad. En el otro polo, la flor, domina el elemento tierra (color gris y rojo) que es el que equilibra el exceso de aire (mente, percepción).

 

Simbolismo del uso medicinal

 

Por vía interna: 

 

Yemas: tratamiento de afecciones reumáticas, gota y procesos dolorosos en las articulaciones.

            + anti-inflamatorio: reduce la inflamación.  

            + funguicida: elimina hongos patógenos y nos protege de su acción. Protección!!

            + febrífugo: reduce la fiebre (y por tanto los temblores). Temblores que simbolizan el miedo.

 

Por vía externa (pomadas):

 

            + hemorroides, fisuras anales y quemaduras: recomposición de problemas en la piel. Refuerza la parte en contacto con el exterior. “Selladora” de las fronteras personales.

 

 

 

Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 43 (2006)

 

La Signatura en las Flores de Bach

 

      por Jordi Cañellas Puiggròs

 

Impatiens (Impatiens glandulifera)

 

Las raíces de IMP son profundas y de color rojizo, como sus tallos. Ambas características nos hablan de una buena conexión con la energía de la Tierra y de una alta vitalidad de la planta. En los escasos 6 o 7 meses que vive la planta no cesa de crecer, pudiendo llegar a los 2 metros o más de altura, lo que indica que debe crecer un promedio de más de 1 cm por día, no está mal, ¿verdad?. Este dato nos habla de su velocidad de crecimiento y simboliza la velocidad a la que se mueven las personalidades Impatiens. También cabe destacar que los tallos son rígidos (se pueden tronchar fácilmente) y vacíos por dentro y por lo tanto nos hablaran de una personalidad  rígida y con un cierto vacío existencial, que bien pudiera ser el origen de tanta actividad (al estilo AGR pero en acelerado).

Las hojas de IMP tienen un margen serrado con las puntas de los dientes rojas (de nuevo este color, que aparece por casi toda la planta) y que miran hacia delante, lo que denota una cierta mordacidad en la forma de relacionarse con los demás y con el mundo

 

El color rojo es estimulante y en los humanos acelera el sistema nervioso incrementando la producción de adrenalina. Es símbolo de fuerza, vitalidad, excitación, agresividad, circulación, movimiento y alta estimulación, estados todos que podrían resumir perfectamente el estado de Impatiens negativo. Es el color que se le atribuye al elemento Tierra (doble contacto con la Tierra, por la profundidad de las raíces y porque su mismo color la simboliza).  El rojo también simboliza al primer chacra o chacra raíz, que tiene el enraizamiento energético y la vitalidad  como unas de sus principales funciones.

 

Son flores de simetría bilateral, como los animales y tienen la apertura hacia delante (ni hacia el cielo, ni hacia la tierra), esta horizontalidad tendría relación con el tiempo, por una parte el futuro, del que IMP se hace dueño al prever continuamente el siguiente trabajo por realizar y entrar en acción inmediatamente, y por otra parte el pasado, simbolizado por la parte posterior de la flor que se extiende y termina en un pequeño espolón en el sépalo inferior del cáliz. El pasado que manifiesta la flor, compensa el futuro que señala el rápido crecimiento del resto de la planta. Pasado – futuro = presente. El color rosa pálido de la flor calmaría esta tendencia del vegetal (para preparar la esencia solo se escogen las flores más claras descartando las de tonos más rojizos). El color rosa manifiesta suavidad, dulzura, compasión, empatía, amabilidad y amor, estados que necesita la persona en Impatiens negativo.

 

Pero la parte más relevante y conocida de su signatura radica en el fruto. En la cápsula se crea una fuerte tensión entre las células parenquimáticas del exterior que se hinchan debido al fuerte potencial osmótico y las células fibrosas del interior que oponen resistencia a esta presión. Esta tensión se mantiene hasta que al madurar lo que separaba los dos tipos de células se destruye, se igualan las tensiones y se produce la “explosión” liberando a las 5 semillas que salen disparadas de sus cápsulas a unos 6 metros de distancia. El más leve contacto (o aún la ausencia de el) puede producir dicha explosión. Esta facilidad de disparo al más leve de los contactos simbolizaría la irritabilidad de las personas Impatiens negativo. También simbolizaría su proyección hacia el futuro (semillas = acción; semillas propulsadas hacia delante; continuos proyectos futuros para los que se trabaja). Impatiens no puede esperar, como sí hace la mayoría de especies vegetales, a que sus cápsulas se sequen y sus semillas caigan, es un gran símbolo de la impaciencia de esta planta.

Estas semillas para poder germinar necesitan ser “enfriadas” por las bajas temperaturas invernales. Necesidad de frío que bien pudiera verse como una compensación del calor interno que desprendería la aceleración de su metabolismo para crecer hasta los dos metros y fructificar en unos 6 o 7 meses. Dentro de la polaridad de todo ser vivo, el frío que soportará la semilla la prepara para el calor interno que tendrá que desarrollar.  No se conocen utilidades de esta especie a nivel fitoterapéutico. 

 

Como resumen quizás podríamos decir que toda la vida de IMP desde que germina hasta que muere la planta con las heladas está guiada por la velocidad, no existe ninguna etapa de su vida diferencial en este aspecto, aunque quizás en proporción las flores permanezcan más tiempo. Por otra parte, durante el largo invierno en los Himalayas las semillas reposan a la espera, recibiendo el intenso frío. Casi tantos meses viviendo la planta con intensidad como meses sus semillas descansan, a menudo bajo la nieve, preparándose para una nueva primavera. 

 

Quizás de este resumen vital se podría extrapolar la vida de una personalidad IMP, en la que seguramente existirá una aceleración desde pequeño. Rápido andará, rápido hablará, rápido razonará, será muy impaciente desde niño. Le costará todo aquello que requiera espera (de hecho la mayoría de niños son impacientes por naturaleza y disponen de una gran vitalidad) y a medida que su ego madure seguirá con impaciencia, mientras que otros niños maduraran manifestando otros estados distintos. Esta impaciencia podrá ser mayor o menor en función de su trabajo y entorno vital, pero su mente siempre tenderá a ir por delante, lanzando sus frutos (creaciones) casi antes de estar maduras. Pero cuanto mayor sea el desgaste que provoque en su vida activa, mayores tendrán que ser las fases de reposo (enfriar sus semillas) y más corta podrá ser su vida. La madurez (las flores) les dará un descanso a la mente y a la actividad y les permitirá apreciar los contactos sutiles del “tiempo perdido” conversando con los demás de futilidades.

 

 

Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 44 (2006)


La Signatura en las Flores de Bach ...

Mimulus (Mimulus guttatus)

por Jordi Cañellas Puiggròs

Las raíces de Mimulus crecen cerca del agua y por tanto su signatura nos habla de una profunda influencia de las emociones (y menos de la vitalidad, porque en Mimulus el color verde predominante no simboliza una vitalidad exagerada, ni una aceleración, cosa que sí sucede con Impatiens y sus tonos rojizos). Las raíces de Mímulus buscan profundidad (más contacto con  la Tierra) para poder sujetarse bien de los embates del agua a la que se encuentran tan próximos.  Los Mímulus tienen necesidad de “tocar de pies en el suelo”, avanzar paso a paso y fijarse en la seguridad de la tierra para evitar ser arrastrados por las emociones (corrientes de agua) y para conseguir que sus miedos e inseguridades no los dominen totalmente. Las raíces más superficiales, cercanas a la luz, simbolizarán aspectos conscientes, mientras que las profundas, aspectos más inconscientes o relacionados con el pasado o la familia (origen de sus miedos actuales).

El tallo de Mimulus es carnoso, lleno de agua, que de nuevo simboliza una emocionalidad que persiste en el centro de la personalidad. La persona está repleta de emociones, un agua de la vida que llena por completo la estructura de la personalidad por lo que las emociones priman por encima de la mente (que sería la herramienta capaz de refrenarlas al aplicar la razón a muchos de los miedos concretos de la persona). Existen en los jóvenes Mímulus unos pelos glandulares que segregan una sustancia altamente pegajosa, a la par, los niños Mímulus son también pegajosos en su trato con los padres debido al miedo y inseguridad que les invade. Las plantas de Mimulus crecen como arrastrándose, hasta que fijan nuevas raíces y encuentran la fuerza para ascender y erguirse. También las personas Mímulus se retraen (timidez), no quieren crecer ni erguirse para evitar aquello que les da miedo, para pasar desapercibidas. Ya de adultas las plantas de Mímulus carecen de pelos glandulares pero conservan pelos simples. Muy interesante resulta observar el crecimiento diferencial de Mímulus cuando abunda la luz o esta escasea. En abundancia de luz los tallos son más rectos y completamente verdes mientras que en condiciones de menos luz los tallos son postrados y después ascienden y tienen abundantes tintes rojos (como si sacaran más energía de la tierra y el agua para compensar un poco la falta de luz).  La luz, es decir, la conciencia está muy presente en la mayoría de la etapas de crecimiento de Mimulus. No se trata de personas inconscientes.  Y cuando ya está la flor formada, de nuevo encontramos pelos glandulares, pegajosos, en lo que corresponde a la vejez y parece confirmar aquello de que los ancianos se vuelven niños, hasta en como les influyen las emociones (sino han sido trabajadas con anterioridad). De nuevos los ancianos Mimulus necesitaran a los demás muy cerca (pegajosos) para vencer sus miedos.

Las hojas son opuestas y de adultas, cerca de las flores, abrazan al tallo, lo que ya hemos comentado se trata de una muestra de inseguridad, de necesidad de afianzarse en las relaciones con el mundo exterior, pero el afianzamiento no es posible dado lo emocional de su personalidad. Inseguridad en la relación con el mundo. “El mundo se come al yo”. Su forma es redondeada y con el margen suavemente dentado, lo que nos indica una expresión suave en sus relaciones. El hecho de tratarse de hojas opuestas nos podría hacer pensar en una dificultad o tensión en su relación con el mundo, teniendo que escoger entre mostrarse o retraerse. Si nos fijamos bien las hojas están como en tensión, retraídas, como tensadas hacia dentro por los nervios foliares. Entre nervio y nervio la hoja se eleva como tensada, mientras los nervios se presentan hundidos. Esta retracción es como se manifiesta Mímulus en el mundo.
Las flores en cambio, con su color amarillo señalan expansión (amarillo) y movimiento, fuerza y vitalidad (los puntitos rojos de su centro). El color amarillo también simboliza la razón, la mente que puede dominar la emoción pero no mediante la represión, sino mediante el entendimiento. El amarillo estimula el sistema neuromuscular. Estimula el sistema linfático (defensas) y el tracto intestinal. Bajas defensas y por lo tanto infecciones repetitivas así como problemas digestivos suelen ser padecimientos habituales en las personalidades Mímulus.

La flor de Mimulus  tiene al igual que Impatiens una simetría bilateral y mira al frente, aunque algo inclinada hacia arriba, lo que simbolizaría un trabajo con el eje temporal, una proyección de valor hacia el futuro (amarillo con puntitos rojos), para compensar los miedos, que a menudo se aventuran antes de encontrarse con ellos cara a cara. Al conocer bien sus miedos, a menudo se “pre-ocupa” mucho antes de vivirlos (antes de ocuparse). Tiene miedo de tener miedo (por ejemplo: miedo de salir a la calle por si se cruza con un perro). Mira al futuro con miedo. Su estructura es tubular, lo que indicaría la necesidad de un tratamiento largo para trabajar los miedos y los patrones de inseguridad.  

Las flores de Mímulus son aproximadamente antropomorfas, como las de algunas orquídeas y siguiendo la ley de la analogía, comparando la flor entera con un ser humano, comprenderemos que existen unas señales claras. La parte reproductiva de la flor se asocia al cerebro y las ideas (sexto y séptimo chacra) y el centro de la flor, echado hacia fuera y con manchitas rojas señala valor y energía para los chacras segundo al quinto. El segundo para mover las emociones bloqueadas del miedo, el tercero para activar la mente (y comprender el escaso fundamento real de sus miedos), el cuarto para movilizar la energía de la compasión (su lección a aprender) y el quinto para la comunicación (vencer la timidez). Señal de elevación energética de todos esos chacras.

El fruto contiene unas pequeñísimas semillas encerradas en el cáliz seco, que las protege hasta que estén lo suficientemente maduras para dispersarse (extrapolando a lo humano podríamos decir que los padres Mimulus protegen a sus hijos hasta que los ven lo suficientemente maduros como para dejarlos volar, quizás en un exceso de protección). Estas semillas al dispersarse colonizarán los márgenes de los arroyos de aguas limpias y germinará entre las piedras demostrando que el miedo puede colonizar cualquier rincón del alma humana en la que la emocionalidad domine por encima de la razón de una forma desmesurada. Es interesante constatar que las semillas de Mimulus solo germinarán si reciben luz y por lo tanto no tienen que ser enterradas. El miedo que simbolizan está en la superficie, en lo cotidiano, y como bien sabemos es consciente (luz) y de no ser trabajado se perpetuará de padres a hijos.
Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 45 (2007)


La Signatura en las flores de Bach ...

Chicory (Cichorium intybus)                                   por Jordi Cañellas

La Achicoria posee una raíz de color blanco, carnosa y que destila látex. Esta raíz es en el centro de mayor tamaño (raíz pivotante) y se trata de una raíz persistente a pesar que la parte aérea se seque al llegar el invierno. Eso convierte a la Achicoria en una hierba perenne. La presencia del látex, que es una sustancia pegajosa ya nos señala de modo simbólico una tendencia a la adherencia, que se mantiene en tallos y hojas. Este látex en la raíz nos hablaría de una tendencia a la adherencia a los demás de una forma  subconsciente y por tanto oculta (ya que dicha raíz, es en realidad un rizoma). Un mecanismo que condiciona extraordinariamente la vida de estas personas y sus allegados. El origen de esta  dificultad con la soledad podría estar en los primeros años de su vida, en una infancia de soledad que creó la necesidad de buscar mecanismos de adherencia para no quedarse realmente solo. En la raíz de su comportamiento está la adherencia, que persiste año tras año a pesar que otras partes de la personalidad y las relaciones con el exterior (tallo y hojas), varíe. El hecho que Chicory presente un rizoma en forma de raíz y que este sea vertical, con la punta hacia abajo en lugar de horizontal, paralelo al suelo, como sucede en algunos de ellos, nos está diciendo algo importante: aunque los contenidos del rizoma pertenezcan al subconsciente, la profundidad de este y su dirección hacia el centro de la Tierra, señalan que puede existir un vínculo importante de esta planta con el pasado, la tradición familiar, lo ancestral y la historia y con el inconsciente colectivo, señalando un trabajo arquetípico sobre el Ánima (siguiendo los arquetipos Junguianos). 

El tallo es rígido, duro, formado por unas 12 costillas longitudinales y es muy ramificado, creciendo hacia todos los lados, ocupando todo el espacio aéreo de su entorno, con las ramas insertas en el tallo formando un ángulo muy abierto. “El como somos” de Chicory, nos habla de su rigidez, de la necesidad de ser el centro de atención   de las personas con las que siente un vínculo emocional. Al tiempo se trata de un tallo alto, de aproximadamente 1 metro o más, pero con poca fronda (hojas muy pequeñas a partir de una cierta altura). El tacto del tallo es áspero, de una aspereza que retiene los dedos al acariciarlo, como papel de lija (retener). También contiene una cierta cantidad de látex (adhesividad). Al igual que en Vervain (que fue la siguiente esencia que preparó Bach) mucho tallo, no para poca flor (como en Vervain), sino para poca hoja. Parece una planta desnuda, a la que le faltara algo (hojas). Es una planta con mucha estructura, mucha ramificación (complejidad egoica). 

Los tallos principales de la planta tienen su centro vacío (como sucedía con Impatiens), lo que equivale a decir que tienen una personalidad central poco consistente, una sensación de vacío interior, quizás causado por el miedo a la soledad y la inseguridad que de este se deriva.

Hojas son todas basales  al inicio que simbolizarían  una fuerte conexión con el rizoma (con sus significados: en este caso adherencia emocional). Pero cuando crece el tallo las hojas empequeñecen, se reducen en número y se hacen amplexicaules (abrazando al tallo). Las hojas basales ásperas (aspereza en el trato con sus allegados) y híspidas (pelos largos y rígidos, que casi pinchan) en el reverso. El margen de estas hojas es muy irregular, con profundos y angulosos entrantes y salientes, que simbolizan la irregularidad en el trato de Chicory, con a posibilidad de ser brusca (saliente agudo) o de ignorar (entrante profundo pero que no llega a la nerviación central de la hoja) casi totalmente a las personas que no cumplan con sus expectativas. El símbolo de “el como nos manifestamos” de las hojas también tiene un recorrido temporal y vemos que estas son amplias y numerosas en un principio, cerca de la base, cosa que señala una fuerte relación con los demás, pero que oculta (reverso) una necesidad de protección emocional (“somos en función de nuestras relaciones”). A medida que la planta crece, también disminuyen las hojas (en tamaño y número) lo que significaría una disminución de la relación con el mundo exterior y al disminuir la cantidad de estas relaciones aumenta nuestra inseguridad, nuestra sensación de valor personal disminuye y si los hijos empiezan a independizarse, el sentimiento de soledad es doble (las hojas se hacen amplexicaules, se adhieren al tallo, se aferran a su rigidez y no olvidemos que este tipo de hojas simbolizan inseguridad).  


Las flores azules duran un solo día y tienen unos pigmentos extraordinariamente solubles en el agua. Toda la planta señala adherencia mientras los pigmentos que colorean la flor se desprenden con tanta facilidad. En la flor se invierten los caracteres del resto de la planta. Son flores compuestas y por tanto lo que vemos como una sola flor está formado por más de una docena (cerca de 20), que conforman un disco azul de simetría radial. Muchas pequeñas flores se juntan para trabajar el miedo a la soledad. Es una unión familiar armónica. El color azul se usa para bajar la fiebre, reducir la inflamación, y como sedante del sistema nervioso. Es un color mobilizador, que da fluidez, y trabaja la Fe y la devoción.  

El fruto de muchas plantas de la familia de las compuestas tiene una especie de pelos que ayudan en la dispersión de las semillas, en achicoria estos pelos están reducidos a pequeñas escamas verdosas, que de ningún modo contribuyen al vuelo del fruto. Es decir, el fruto, que no será dispersado por el viento ni por los animales, caerá al lado de la planta madre, contribuyendo a comenzar un nuevo ciclo de dependencia (como la gallina que no deja que sus polluelos se alejen de su vera). El fruto vuelve a manifestar los instintos del resto de la planta que solo la flor redime.


Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 46 (2007)


La Signatura en las flores de Bach...

 

                                                                                                  por Jordi Cañellas


Vervain (Verbena officinalis)

Las raíces de Vervain son pequeñas y con la exclusiva función de absorber el agua y los minerales ya que la función de sujeción de la planta la realiza el rizoma perenne, que recordemos es una modificación del tallo. Por lo tanto las personalidades tipo Vervain no tienen realmente una gran extensión de raíces y por lo tanto poseen poco enraizamiento (son muy mentales) al tiempo que el rizoma es muy profundo y por lo tanto las raicillas que lo acompañan crecerán también a esa profundidad, lo que indica una mejor conexión  con la Tierra y más disponibilidad para usar su energía de lo que podíamos pensar en un inicio.

El tallo nace del rizoma perenne, que es otro tallo pero subterráneo. Así una parte de la personalidad resta oculta y la parte que se expresa (el tallo propiamente dicho) es fuerte y activa, pero con escasa capacidad de cambiar de parecer, con una desmesura en su expresión. Un tallo rígido y de sección cuadrada manifiesta un máximo de rigidez. El tallo es la parte más visible de la planta, casi desproporcionado en tamaño y estructura en relación a las escasas hojas y las pequeñas flores. El tallo en su inicio es rojizo, lo que demuestra energía y actividad, pero al crecer se va volviendo verde. Tiene una estructura muy ramificada, de forma que ocupa mucho espacio en las 4 direcciones, que como en Chicory, indica que se desea o se necesita ocupar el espacio de los demás y ser el centro de atención.

Las hojas superiores son dentadas, mientras que las inferiores están profundamente divididas, en ambos casos la expresión externa será de extremos, de grandes oscilaciones en sus relaciones con los demás. Todas las hojas son opuestas y ásperas al tacto. Esta aspereza pude indicar una cierta rudeza en su expresión externa. En su primera fase de crecimiento, antes de desarrollarse el tallo, las hojas crecen con abundancia, cercanas al suelo y cerca de su rizoma, lo que indicaría unas relaciones muy condicionadas a lo que se oculta en relación al pasado y a la infancia. Pero a medida que la planta crece estas se hacen menos abundantes.

Las flores de color lila claro o azul purpúreo tienen 5 pétalos y son ligeramente tubulares. El tubo floral introduce la energía para el cambio en el interior del ser. Estas flores casi parecen bilabiadas ya que los pétalos se juntan en dos grupos separados, uno de dos y el otro de tres pétalos. Tiene 4 estambres pegados al tubo floral, dos arriba y dos más abajo, por encima del estigma, hecho que favorecerá llegado el caso la autofecundación.
El color azul se usa para bajar la fiebre, reducir la inflamación, y es sedante del sistema nervioso, mientras que el púrpura reduce la actividad de glándulas suprarrenales y riñones. Disminuye la temperatura corporal, baja la tensión arterial y ralentiza la frecuencia cardiaca. El lila puede usarse para tratar problemas mentales (manía – depresiva). Vemos que las funciones descritas para cada color coinciden con los usos habituales y transpersonales de Vervain. También cabe destacar que en el centro de la flor, sea cual sea el matiz de los extremos de sus pétalos, domina el color blanco, que aporta paz, purificación, y silencio.
La flor de Vervain se abra hacia delante y un poco hacia arriba, con esos dos labios desiguales que proyecta. Trabaja el aporte de tranquilidad para el futuro inmediato (lo que saca de sí) y al tiempo capta energía cósmica para revertirla en su interior (el tubo floral actúa de cáliz receptor), lo que le proporcionará la capacidad de transformar aquello que en su interior es la causa del sufrimiento (rizoma) y de su exagerada forma de manifestación. El hecho de ser tubulares nos indica que existe un cierto trabajo a largo plazo a realizar con las personalidades Vervain para sanar su pasado, condicionado por la pobre escucha que recibieron y la escasa valoración a la que pudieron someterlos padres y maestros. 
Produce gran cantidad de pequeñas florecillas lo que señalaría profusión en la producción de ideas, casi de una forma desmesurada, lo que puede provocar un “calentamiento” mental y físico ya que su compulsión estriba en el deber que siente de llevar a cabo aquellas ideas para poder demostrar lo que vale. Materializar para demostrar su valía.

El fruto es una cápsula con 4 semillas. El cuatro se repite (recordemos el tallo) e indica una dificultad para el cambio (rigidez) y al tiempo facilidad para materializar proyectos e ideas.


Artículo publicado en el boletín de SEDIBAC nº 48 (2008)


La Signatura en las flores de Bach...

 

                                                                                                  por Jordi Cañellas

Cerato (Ceratostigma willmottiana)

Se trata de un arbusto perenne de pequeñas raíces que manifiestan una buena capacidad de rebrote, en caso de pérdida de la parte aérea por un exceso de frío. Pero de hecho la resistencia de la planta al invierno se debe a la presencia de rizomas (como en Agrimony, Chicory y Vervain), que como ya hemos comentado se trata de tallos subterráneos.

Así una parte de su tallo resta escondido bajo tierra en forma de rizoma, que simboliza la estructura que asociamos con el subconsciente, con algún tipo de contenido reprimido. Estos rizomas son entramados desordenados  de tallos subterráneos y endurecidos de los cuales saldrán en primavera nuevos tallos aéreos blancos bajo el suelo y rojos al emerger a la luz solar. Estos rizomas crecen tan juntos que impedirán el crecimiento de otras especies vecinas. Son invasiones que ocuparán el espacio de los demás, un poco como pueden llegar a hacer las personalidades Cerato. Sus tallos aéreos son rojizos y angulares. Es de destacar que en su desarrollo no cesan de alternar su sentido de crecimiento a derecha e izquierda sucesivamente. Parecería como si no supieran hacia donde crecer, hacia que punto dirigirse y esta duda se expresaría en la planta de una forma evidente. Emocionalidad y gran conexión con la Tierra  (tallos rojo oscuros). Estos tallos angulares confieren un cierto aspecto de rigidez a la estructura de la personalidad. Recordemos que Cerato se mantiene constante en su inconstancia. También es interesante que desde los rizomas subterráneos los tallos emergen hacia todas direcciones sin un centro común y con no mucha ramificación.

Sus hojas son alternas, sin pecíolo y con un suave vello en toda su superficie. Además en todo su margen poseen unos pelos más gruesos y largos que podríamos clasificar botánicamente como cilios. El extremo de las hojas está terminado en una punta larga, lo que indicará unas relaciones incisivas y activas en las que piden información y consejo casi de forma inquisitiva y perentoria. El margen de estas hojas es suavemente dentado y también de color rojizo. La forma de las hojas es aproximadamente romboidal. La alternancia de las hojas se suma a la alternancia de dirección de crecimiento de los tallos para apuntar más todavía a la dispersión (de carácter por el tallo y también en sus relaciones, por sus hojas). Es una planta de hoja caduca que se tiñe de rojo intenso en otoño, color que se vincula a la tierra y a su energía y vitalidad.




Sus flores azul cobalto, teñidas escasamente de púrpura, formadas de 5 pétalos triangulares que miran al centro. Estas flores solo duran 1 día. Aunque tienen simetría radial, son flores tubulares, lo que señalaría un trabajo de la esencia para producir una concentración de energía en el interior de la personalidad (tallo), para reforzar la auto-confianza y disminuir el actuar sin pensar. Sería por tanto una esencia que para las personalidades Cerato tendría que usarse un cierto tiempo. El color azul  se usa según algunos autores para aportar calma, frío y reforzar al maestro espiritual interior. También es un color que contrae y localiza, y puede ayudar como contraparte a la dispersión general de Cerato. Los tintes púrpura de los pétalos entre otras funciones aportarían mayor conexión con el espíritu, capacidad de liderazgo y respeto, aspectos necesarios para un Cerato negativo. Los tintes blancos que aparecen en el centro de la flor nos hablan de calma, verdad y paz. Los pétalos son triangulares con el vértice que señala hacia el centro de la flor. Los pétalos también tienen una característica especial, un pequeño apéndice en el centro de su extremo exterior. Este apéndice comunica con el nervio central del pétalo y parecería que se trata de una estructura de captación energética. La energía del sol es captada y conducida hacia el centro de la flor, que a su vez la conduce al tallo, símbolo de la personalidad que debe ser reforzada con dichos cromatismos.

Las semillas son pequeñas y de color negro, dentro de unas cápsulas alargadas de color marrón, que las protegen hasta que toda la estructura está seca y entonces caerá toda ella con sus semillas en el interior que irán saliendo progresivamente a medida que la cápsula seca se vaya descomponiendo. Esta semillas no caerán lejos de la planta madre. Otra señal de su necesidad de compañía por el valor de confianza que le transfieren los demás.




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