Centaury
la podríamos denominar como la flor de la sumisión. Se da en
personas amables, tranquilas, apacibles que están ansiosas de servir
a los demás. Pudiendo exceder su fuerza en sus empeños,
convirtiéndoles en sirvientes más que ayudantes dispuestos. Esto
les puede llevar a desarrollar más tarea de la que tendrían que
hacer, pudiéndoles desviar de la realización de su propio camino y
sentir que hacen el de los demás, con el consiguiente nivel de
desvalorización personal.
Lo
que en principio pueda ser una ayuda a los demás se convierte en una labor que
puede llegar a hacer olvidar el propio camino, sufriendo una
desvalorización personal, como consecuencia, y un gran gasto físico
y psiquico.
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