El enfado tiene un carácter energetizante
y euforizante, esto hace que sea un estado muy seductor, pudiendo comportarse
como una droga. Por ello nos produce placer pero también nos hace desagradables
de cara a los demás. El inicio del enfado ocurre por una disminución del umbral
de credibilidad ante determinadas situaciones. Todo ello lleva a que la persona
sea más intolerante con su entorno y sucesos o estímulos que usualmente dejaba
pasar , ahora se vuelven motivo de critica y reprobación.
Beech es la esencia que puede
ponerle freno a esos “enfados por cualquier cosa” pues brinda la oportunidad de
ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos en los diferentes caminos que
cada individuo y todas las cosas recorren en su propia perfección final.
Pensemos que cuando nos enfadamos
y no somos tolerantes con determinadas personas, es porque nos sentimos por
encima o por debajo de ellas en algún aspecto y proyectamos nuestras propias
limitaciones en los otros (espejo, de vernos en los demás).
No hay que olvidar que Beech está
obsesionado con un sinfín de “deberías” que impiden la espontaneidad, la
fluidez y todo atisbo de calor humano.
El individuo Beech se caracteriza
por el enfado que se procesa mentalmente.
Obtenido del libro “Inteligencia emocional
y flores de Bach”.
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