Desde que nacemos ya vamos
teniendo traumas, estamos tan cómodos en el vientre de nuestras madres que el parto comienza una emoción traumática, pues desconectamos físicamente.
A Partir de ahí, seguimos acumulando en unos muchos, en poco tiempo y en otros más
espaciados, los mismos. La enseñanza y las vivencias personales pueden desencadenar nuevas
situaciones que difícilmente pueden superarse.
Como vemos en nuestra vida las
diferentes situaciones hacen que modifiquemos nuestra forma de ser, hasta
convertirnos en irreconocibles.
Aquí aparece el papel de una flor
que va trasmutando todos esos actos, dando la energía que no tenemos cuando nos
ha ocurrido. Me estoy refiriendo a la flor Star of Bethelem.
Por tanto se convierte otra flor
de referencia en nuestra vida.
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